Vos eras así, una voz sideral,
y yo solo fui un pasajero más.
Breve función de poca monta,
escaso hola de un largo adiós.
Cansado del mohín ocasional,
de la retórica resbalosa del no,
pasé a ser una visita virtual
en el sillón del desasosiego.
Siempre un antes y un mañana,
una secuencia sin poder volar.
Cansándose la vida en tramos,
trémulo fantasma de mi mismo.
Cuando acabó mi ser paciente,
abandoné esa laguna de penas
y sus enfermedades imaginarias.
Rodando, volví a mi yo original,
bien campechano sólo por un día.
Insolvente de aquellos desplantes
Comuniqué que era tan yo sin ti,
que me encumbré en la higuera
junto al sonido de los gorriones,
separé mi alas de goma espuma,
y con variaciones sobre un tema
decidir sobrevivir mi propia vida.
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