viernes, 29 de mayo de 2015

Preguntas, preguntas...


Como una hoja virginal se abre la aureola del amanecer.
La noche, esa mujer de uñas negras, cede con apatía.
Arquetipo de una pausada transición, clarea el entorno.
Que manos vestirán un fábula nueva y en que sentido?
Quien perderá sus plumas queriendo alcanzar la luna?
Emprenderá su vuelo medieval el búho de la sabiduría?
La fragua de Vulcano romperá el hielo de la indiferencia?
Continuará siendo igual lo cotidiano hasta la penumbra?
Preguntas, preguntas, preguntas de recién amanecido.
Encadenado a vegetar todas las exigencias del día a día,
sedicioso, infringe el instinto el resignarse en la trastienda,
y quiere hacer otro viernes, recuperando tiempos perdidos.

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