martes, 19 de mayo de 2015

Seducción


Por la mañana hay sencillas soledades,
azucenas, de aromas frescos e intensos,
que ofrendan pecaminosas su cáliz al sol.
Pasos breves de aves picoteando larvas,
cosquilleando con sensualidad los pastos.
La seducción de un cielo azul que se abre
sobre la espalda humedecida de la tierra.
Como una cuestión personal, da el rocío
sus caricias impregnadas de nocturnidad.
Se despereza el día, desnudo de nieblas,
desbocando los calores de sus instintos,
para prolongar el embeleso que le de vida,
en los múltiples efusiones de cada ser vivo.
Así, se revela la vida reproduciendo vida.


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