lunes, 18 de mayo de 2015

Resabios

Imparables, los hechizos de los duendes
cansan a un trozo de la luna menguante.
 Se resguarda, bajo mi cama, una gitana
de hermosos ojos color café con leche.
Encuentro una porcelana deseosa de vivir,
y a un buen muchacho bailando minué.
En la alameda, juega la sombra del amor,
parece que habita una confusión cualquiera.
Sobre la calle, rota de farolas y mosquitos,
una falsa sonata, se siente amenazada
por el mal tiempo y los raros momentos,
Es un día inesperado, casi como un jueves,
que se despabila con resabios de sexo.


Ilustración: "Resabios" - Aida Pliego


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