jueves, 12 de abril de 2012

No hay que hablar

En el recodo de la placidez
repican bronces y campanas.
Un lápiz, dibuja en verde agua
el cristal  de la tarde renacida.
Copas y besos se parten en dos.
Ocultos, en un rincón vacío de pudor,
unos dedos, cosquillean la tersura
cobijada en la sombra de una falda.
Como una letal arma, bien conversado,
el susurro mordisquea en esa oreja.
Se abre paso en el flujo de las venas
la avidez que enciende  el nido.
Un callado grito, clama urgencias
desde el paraíso de la carne.
Deja atisbos en las pupilas, la ventura
de lo que será el final de un principio.
Una mirada perdida es un suspiro,
Luego, un silencio bello y profundo,
inflama el guiño de una melodía por venir.
Ya no hay que hablar. De amor se trata.


Ilustración: "Susurro" - Silvan Giaccome

1 comentario: