domingo, 3 de mayo de 2015

Marejadas

Caminando sola, eres una canción,
firmamento utópico del crepúsculo,
fresco ambiente por demás pequeño
para abarcar la belleza de tu diseño.
La brisa, esa diva de alas invisibles,
no deja de buscar acariciar tu falda,
agitándola con elocuente denuedo.
Flores color uva se tercian atentas
a tu paso de atractiva alma callada.
Una tarde cualquiera volveré a verte
en espacios de gaviotas y marejadas,
renaciendo, apaciguada de pretextos,
con una trama que valga la pena vivir.



1 comentario:

  1. La brisa, esa diva de alas invisibles,
    no deja de buscar acariciar tu falda,
    agitándola con elocuente denuedo.Me encantó esta metáfora...es un placer leerte poeta

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