Mi señora, usted es como el caminar de noche,
mas quiere uno ver, menos lo logra.
Tanto y tan bonito para disfrutar y la oscuridad lo oculta.
Quisiera, si me permite, avanzar a tientas,
ayudarme con los sentidos a poder recorrerla.
Aguzar mi oído para orientarme hacia donde su corazón late,
aspirar el aire que de usted emana,
para saber de sus estados de ánimo y de su tibieza.
Saborear aquello que su piel roza, para endulzar mis gustos.
Y vedado como me está en su plenitud verla,
que mi tacto la adivine allí donde se encuentra.
y entonces poder llegar a descubrirla.
Desde lo poético: Precioso!
ResponderEliminarSentimentalmente: delicioso y sensual.
Desde el realismo: Perfecto!
Doctor. Sergio O. Otero, gracias por compartir sus obras.