jueves, 14 de abril de 2016

Soñador


Canturrea un tango con voz de angustias viejas
mirando de soslayo al costado del escenario vacío.
Esa cosa canción que brota de su garganta ronca
marca cicatrices mal curadas de eternas ausencias.
Su mirada transparente, desdichada y soñadora,
se pierde hacia ningún lugar en la oscuridad de la sala.
Un efímero desprecio se apoltrona en butacas vacías.
Imagina aplausos, lejanos espejismos de otros tiempos.
Con la última estrofa inclina la cabeza como despedida.
Apaga las luces y continúa barriendo buscando la salida.

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