viernes, 29 de abril de 2016

Esperanza


Vestida para la ocasión, en lo incierto de un camino,
entre dos aguas y un silencio de hielo, algunos dicen
que se puede observar la Esperanza dormida.
Cubren sus huellas en la senda, vuelos de luciérnagas.
Con su presencia, los árboles se agitan, no pueden dormir.
Cuentan que, amanecida la mañana, se levanta serena,
activa  la piel y el corazón de sus recovecos,
compone sus sueños rotos en un silencio de fuego
y comienza a andar por las orillas de lo imposible y lo posible.
Nunca teme al dolor de las promesas incumplidas.

2 comentarios:

  1. "Vestida para la ocasión,comienza a andar por las orillas de lo imposible y lo posible", rescate de dos versos en una sola metáfora. Precioso poema.

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  2. Porque está hecha de sueños... Y en el refugio de sus esquinas se vuelve inalcanzable.

    Mil besitos.

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