sábado, 16 de abril de 2016

Envidia

Su presencia obliga a un respirar diferente,
llena todo de una melosa canela amarga
y se abandona a un pesado tiempo eterno.
Pesadilla que sin inhibiciones se hace gala
por un deshilado sendero de equivocaciones.
Cada una de sus víctimas se colma de nadas
donde eternamente el todo es un amargo poco.
A veces, algo o alguien dando vueltas desata
los motivos de tener lo que aún no se posee,
y allí la envidia se inicia, devorando en silencio,
sin arte, con su vulgar pugna por desear lo ajeno.


2 comentarios:

  1. Qué buenas palabras para describir "Cada una de sus víctimas se colma de nadas
    donde eternamente el todo es un amargo poco." Me gustó. Cariños

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  2. La envidia carcome a los que la poseen y deteriora la relación con el entorno. Sabias palabras las del poema. M.N.

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