Vagabundeo en el pimpollo ingenuo de la mañana,
el mundo es ancho, incierto y bastante extraño.
Las voces antes libres han sido vilmente apresadas,
no tras rejas ni dentro de oscuras y perdidas mazmorras.
No. Sino que desde una muy temprana edad,
los falsos oropeles y la fama transitoria, las han
transformado
en prisioneras de lo efímero, vulgar y chabacano.
Hola Sergio. Pocas palabras, pero certeras. Una síntesis perfecta y desoladora de lo que puede se la sociedad actual.
ResponderEliminarUn saludo.