martes, 15 de noviembre de 2011

Arduo


Sentados frente a la Humanidad, buscando la luz,
agradeciendo  todos los días de ninguna vida,
 (pero solo hasta mañana en que hay luna llena),
como si fuera la sombra de un viaje final,
se nos evaporan (desde el día de ayer) otros demonios,
embaucándonos con simples y puros cuentos de existencia.
De tan distante, se acerca el final sin llegar
a la zona crepuscular de una mirada interior.
Sesgando líneas (en sol mayor y con final feliz),
con esta relatividad, cada día nos vamos viviendo
en pequeños, dulce desengaños, bajo la sombra mil pasos.
El resultado de lo que nos pasó con el destino
no es más que la amalgama irreversible de lo vivido,
que siempre valdrá la pena vivirlo. Aunque hoy, lo creamos arduo.

2 comentarios:

  1. Profundo y ecrito con mucha clase como siempre. Eres interesante escribiendo. Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Poco a poco leo tus cosas, las cuales me atrapan.
    Ésto es precioso.

    ResponderEliminar