Un día cualquiera, voy a iniciar un viaje
para descubrir el otro lado de la calle.
Mientras tanto, sigo perdiendo el tiempo.
Mediocridad,
es el nombre satírico con que defino
el heroísmo de saberme cobarde.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
Muy hondo siento el reflejo de la crueldad impuesta por el paso del tiempo cuando no podemos hacer nada, a lo largo de estos versos. Una vez más, quizás por desgracia esta vez, me quedo sin aliento.
ResponderEliminarMuy bonito poema. Gracias.
Salud y un abrazo.
Pd: y por encima de la crueldad... ¡qué valentía!
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