En los pétalos del alba
fragmentos del mar
cubren una calle solitaria.
Las lunas se dejan mecer
esculpidas en opacidades
blancas de manantiales.
Algunos ríos regresan,
cansinos, a sus fuentes.
En el aire, olor a salitre.
Una sombra trepa un muro
en el que, en silencio, florece
el milagro de un lirio.
Arrogante se escucha
un acorde perdido.
Cualquier otro día
no podría notarlo,
o simplemente sería
una mentira dentro de mí.
Pero hoy me encontré,
atrapado en la madrugada,
con mis manos entre las tuyas,
y todas las horas quietas
de este tiempo sin tiempo,
confunden la realidad,
o, simplemente, la dejan ver.
Ilustración: "Voces de Nube" - Jerónimo Muñoz Lopez
Algunos ríos regresan,
ResponderEliminarcansinos, a sus fuentes...
pero sus aguas nunca vuelven a ser las mismas
qué hermoso poema :)