viernes, 1 de julio de 2016

Huecos negros


En los acorazonados huecos negros de las palabras
tratamos de encontrar el tamaño justo para nuestro discurso.
Sin instrucciones, cubrimos espacios vacíos con letras,
insertamos la cosecha de silabas que tenemos más a mano,
dudamos de alguna palabra que hemos formado, pero,
forzoso es que nos sirva pues otra no se nos viene en uso.
En nuestra mente el lápiz debe seguir hurgando febril
en busca de adjetivos, sustantivos, adverbios y preposiciones
para que una avalancha de vocablos cobren el sentido
que a esas letras ordenadas le quisimos dar. Ya está la obra maestra.
Ahora la releemos, vemos el derroche de todas ellas en tinta,
el inmenso despilfarro de redundancias y superficialidades,
queremos corregirlas pero no atinamos a escoger las adecuadas.
El cesto se colma de papeles arrugados que guardan fracasos
y nuevamente estamos atónitos, dubitativos y perplejos
ante los acorazonados huecos negros de las palabras.


3 comentarios:

  1. Lo maravilloso es que, una y otra vez, volvemos a empezar.

    Saludos.

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  2. Algo así como armar un rompecabezas.

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  3. Hola,pasa una y otra vez escribo leo me gusta le quito le agrego y cuando esta publicado, y vuelvo a leer uf...pienso este verso queda mejor por aca y esta palabra aqui...sí como bien dices queremos correjirlas pero no atinamos a escojer las adecuadas. Me gusto leerte saludos.

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