Todo después es infinito.
Vertiente sin sentido ni futuro,
suave respiración agotada.
Posibilidad de ser no siendo.
Latente naufragio presentido,
hueco absoluto donde se pierde
la esperanza que se esconde
detrás de las palabras.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
Una vertiente y un naufragio en un hueco absoluto y misterioso, al igual que las palabras del poema. Hermoso.
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