Dos mujeres me miran.
Beben vodka y fuman tabaco
como si estuvieran en la Plaza Roja
a la sombra de Dostoievski.
Mi cara en la ventana
espera que dejen de mirarme.
No recuerdo nada tan triste.
Rebanadas de la noche caen sobre nosotros
y ellas me miran.
Me siento desnudo frente a la amplia ventana,
resaltando las arrugas de mi piel.
El cuerpo débil colgando de los hombros,
errante en las miradas
de esas dos mujeres bebiendo vodka
y fumando tabaco.
Pero yo nunca estuve en Rusia
ni en los ojos de las dos mujeres.
Mi memoria resucita mariposas muertas,
aburrimientos y espejos sordos.
Ilustración: "Dos mujeres sentadas" - Enriqueta Zabaleta
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