sábado, 26 de enero de 2019

Sin entrar en detalles


Ya no quedan violines
ni la memoria de las fuentes.
Solo queda el aire
que habita las palabras.
Me abandonan los amuletos
y la esquiva mujer mágica.
Mi nombre no dice nada.
Ahora puedo dejar mi cansancio
tan sólo por unas pocas semanas,
desordenado en tu boca,
Sin entrar en detalles
regresaré cuando los violines vuelvan.

2 comentarios:

  1. A veces, el aire que habita en las palabras es tan importante hasta el punto que de él se desprende el aroma de la flor recién amanecida. M.N.

    ResponderEliminar