Hay momentos en que me siento
hurgador de letras muertas,
alquimista de consonantes,
carpintero de vocales,
constructor de palabras sueltas
que solas se arman en papel.
Y hay momentos en que solo me veo
equilibrista de mis pensamientos,
sin poder volcar en la pluma
frase alguna que refleje
la tumultuosa volatilidad
de mis alocados sentimientos.
Y hay momentos en que me basta
pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
jueves, 29 de enero de 2009
Tiempo perfecto
Ocho horas para dormir,
Ocho horas para trabajar,
Ocho horas para disfrutar,
Veinticuatro horas,
Para poderte amarte.
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