Me
pare y mire hacia atrás.
Vi
pujando la marea en la arena,
el mar… amante
de sal… vivía.
Tentado,
solo por un capricho,
intenté
volverme varón salobre
de
todos aquellos amores viejos,
crecidos en
árboles, hoy náufragos
de todos los
acertijos de las lluvias,
aun las
que nacen de mi flanco izquierdo.
En la
ventana de la realidad latente,
clandestinas
mariposas aleteaban mi hoy.
Ese, que
sigue esperando que pases,
Agua blanca
que borra ausencias.
Ilustración: "Marea roja 2" - Cecilia Marcó del Pont
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