domingo, 13 de mayo de 2012

Reducto

El ayer, regala su ausencia,
en la mitad del camino
de esas calladas estatuas
cuya sombras, van muriendo
al despuntar un nuevo día.
Abrazado a tu sola estrella,
busco transferir un ángel
cuando la noche escapa.
Crear lunes de creencias
con los que dar el pecho
al resto de toda la semana.
Un cuatro desnudo me cobija
desde que tú no estás.
Dramaturgia en pesadilla
del deseo bajo la lluvia,
ecos de tu piel desnuda
habitan en la oscuridad.
Y con eso, muero. Renaciendo
en lo pardo de tus ojos,
reducto en el que me cobijo
humedeciéndome en poesía.



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