sábado, 19 de mayo de 2012

Cenizas compartidas



Entúrbiame de adioses cuando dobles las esquinas.
Ojalá pudieses hacerlos llegar arrullando a mi ventana.
Allí, en vez de encontrar a un hombre santo y solo,
habrá una pequeña orquesta ensayando raras cadencias,
y, desnudos de caricias y lamentos, pillos comerciantes
que entran y salen, conversando por todos los rincones.
Entre restos de vino tinto y humo, ahogado en la garganta,
el timbre de mi voz, y esa tendencia a desvariar fumando,
cayendo agazapado en frases anónimas y cafés imaginarios,
envuelto de nostalgias que lo impregnan todo con aroma a limón.
Lloverá aunque no llueva, arrastrando las cenizas compartidas,
cuando  los reproches llenen el aire, confiados en que llegarán a mi,
en esas interminables tardes de canciones y olvidadas neviscas.
Pero tu ya sabes que a mi me encanta hace mucho tiempo,
ver una silueta, parecida a la tuya, doblando las esquinas.
Hay que ser prudente cuando solo nos queda lo inevitable.





2 comentarios:

  1. Hola, buen blog y que tengas buen inicio de semana, te invito de manera cordial a que visites el Blog de Boris Estebitan y leas un poema mio titulado ”Diluvio Eterno”, es un poema triste pero al mismo tiempo profundo, saludos.

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  2. Acá estoy, devolviéndote la visita, y me deparo con este poema bello y triste. Pero las tristezas tienen eso de bello y profundo, y pueden alegrar el alma incluso!
    Solamente te sugeriríra que el color de la letra fuera más oscuro, porque para "viejitos" como yo, que cada día ven menos, se hace difícil la lectura!

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