¿Dónde están
los sueños que te habitan?
¿Donde
guardas esa crisálida enamorada?
Una
respuesta es difícil de encontrar,
entonces,
que puedo esperar de la distancia
sino
más distancia que me lleve hacia ti.
Y no
encuentro las razones para no transitar
todos
los aforismos de azares y torpezas
que
acompañen mi decidido viaje,
hasta
disiparme
buscando tu pecho herido,
tu lejana cercanía
es aroma convertida en poesía,
y yo,
que no sé mentir, soy pertinaz gaviota
siguiendo tu
voz ausente, y porque no?
el
placentero hilo que, velando tus sueños,
me guía por
el laberinto donde somos uno.
Me has alegrado el día, la semana, y .....
ResponderEliminarEste poema, como te dije, es especial. Yo tampoco te abandono.
Un beso enorme.
Gracias.