domingo, 6 de mayo de 2012

Vestirse de ti

A salvo de toda ajena condena final,
el silencio invade la sirga del río,
apenas se rencuentra la luna en el agua,
y la primer estrella de la tarde, se baña
promiscua e insolente, en la libertad secreta
del éxtasis nocturno que llega invadiendo.
Vaivenes de la corriente, dejan volver a nacer
amores ocultos, aunque septiembre este lejos.
Un sueño y su fortuna solo quieren vestirse de ti.

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