lunes, 8 de abril de 2013

De la medianoche


En ocasiones, la realidad
no hace más que pintarrajear
incoherencias de media noche.
Pasea su torpe mascota
una señora con pasos
apurados de hormiga.
Ecos del verano reverberan
sobre la diluida acuarela
con que se adormece
sin destino la ciudad.
Artesanos de monosílabos,
dos perfectos extraños,
pregonan la supervivencia
del mundo de un dios
víctima de malos enredos.
Como un oxidado fetiche,
la mujer del vestido azul,
malgasta su decepción
en un domingo lluvioso.
El boceto de una ilusión
sobrevive encapuchado
en la verja de ilusiones
que persiste en el café
con el que la paciencia
se aguantó la espera.
Tarde para arrepentirse,
se invita a si misma
a volver a morir ausente,
dentro de una botella.

1 comentario:

  1. EL ALCOHOL DESTINO DE DESESPERNZAS, DOLOR, HASTÍO, CULPAS...TRISTE ESTINO QUE CREA MAS PROBLEMASS SIN MATAR NINGUNO DE LOS QUE SE ACARREAN, MUY BUEN POEMA ME GUSTÓ SERGIO

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