Aquí yo, presente.
Un sueño  ilógico,
aturdida mi mente,
y, sin desdecirse,
las alas cortantes
de todas tus dudas.
Nada es finalmente
bello, pulcro y eterno.
Rendirse sutilmente,
el rencor es un inútil
infierno de amante.
Un suspiro al aire
y vivo, nuevamente.
 
 
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