viernes, 7 de julio de 2017

De como la Eulogia niega haber engañado al Braulio



Che Sr. Juez:
La Eulogia, indocumentada, vos che juez me conoces porque te cuidé los hijos hace tiempo, que vive realmente en el rancho que está al lado de la zanja, pasando la canchita del potrero y según los consejos que le diera el Doctorcito Juan Leyes ante vos che Usía. me presento y respetuosamente como que es verdad te digo:
Que por una papeleta que me dejó un coso de tu juzgao me acabo de enterar que el Braulio te dijo che Juez, que no es el tata del gurí que acabo de parir el año pasado, y yo te vengo a decir che Usía que eso es cierto, lo que no es cierto, y ahí miente el Braulio es en como fue la cosa, que ahora paso a contarte para que vos sepas de endeveras como fue.
Es cierto que el Braulio y yo nos entreveramos muchas veces bajo la pilchas, en el galpón que está al lado del corralón y también, che Juez, en medio del campo, pa´ decirte mejor bajo el puente que esta después del almacén de gallego Antonio, porque allí es difícil que te vean sabes che Juez.
No te via negar que yo ya estaba juntada con el Liborio desde hacía unos cuantos años, pero el Liborio le da al chupi y mamao no me tocaba ni un pelo, pa´ mas decirte, vo sabé que la va de peón en el camión del Rosendo y se pasa muchos días fuera del rancho y una tiene necesidades viste che Usía.
También es cierto que Braulio ta juntao con la Gorda María, pero según el me dijo, pa´ abrazarla tiene que dar la vuelta a la manzana y eso lo calienta menos que fogón apagado.
La cosa, pa´ no andar dando vueltas al pedo, es que los dos nos revolcamos varias veces y lo pasamos de lo mejor.
Que lo hacíamos al natural, sin forro che Juez, porque según el Braulio, el gallego Antonio no traía más porque nadie se los compraba, salvo los gurises para inflarlos y andar jodiendo por ahí.
Como te dijo el Braulio, él no es el tata del gurí que parí hace un año y te via decir que debe de ser verda. Lo que no es cierto y ahí te está mintiendo como testigo falso, es que él no sabía que no era el padre y mucho menos, che Juez, que se enterara que no era su hijo por los chismes de la Clotilde, esa yegua que se pasa todo el día en la ventana mirando lo que hace la gente.
El Braulio te dijo, che juez, que yo le dije que él me había preñado, la vez que se vino pal rancho el día de la tormenta que tiró el molino.
Mirá vos si yo le voy a decir mesejante barbarida. Menos de ese día, que justo el Liborio, que andaba por el Rosario estaba por caerse a la nochecita.
Y te digo que no le dije, porque me acuerdo patente, que en ese día no tenía ni pa´ un plato de sopa, y menos que menos un peso partido por la mita, así que me fui hasta lo del gallego Antonio, pa´ que me fie un paquete de fideos, unos arroces y algo de leche pa´ darle de comer a los gurises.
Le dije al gallego que el Liborio estaba al caer y que seguro me traía la plata del viaje y que yo al otro día le pagaba lo fiao, viste vos che juez que el gallego es desconfiao y ya casi no fía.
Pa que gallego me fíe me le tuve que arrimar, cuando la Manuela no estaba y sobarlo un poco pa´ que se ponga cachondo y me de los fideos y los arroces.
El gallego se calentó bastante che juez, y ahí noma sobre las bolsa de la harina, al costado del mostrador me echó un polvo, que pa´ decirte verdá casi ni me di cuenta de lo apurao que estaba del miedo que tenía que vuelva la Manuela.
Antes que se largue la tormenta me volvía pal rancho con los fideos, los arroces y la leche y en cuanto estaba llegando se apareció el Braulio con unos vinos y nos pusimos a chupetear un poco.
Vino va, vino viene, el Braulio quiso tener seso y una que es buena pa´ atender loj invitados no lo iba a desairar, además che juez, siempre que el Braulio tiene seso conmigo, me deja un atadito de cigarros y unos pesos pa´ ir tirando.
Tuvimo siesteando con el Braulio hasta que se largó a llover, ahí el se quizo ir porque tenía alpargatas nuevas y no quería que el barro se la ejtropease, así que antes que se largue el tormentón se fue. Esa vez, me acuerdo patente, solo me dejó medio atao de cigarros nada ma, pesos nada.
Endespue que se largó la tormenta, esa que con los ventarrones tiró el molino, llegó el Liborio que se vino del Rosario, no llegó mamao porque el patrón le encargó el camión pa´ que lo lleve a lo del Negro Benancio, porque según me dijo, andaba flojo de freno o algo así.
Y el Liborio será todo lo borrachín que vos quiera che Juez, pero cuando maneja no te toma una gota ni que lo fajen.
Bue, la cosa es que llegó despue de que se cayó el molino y venía fresco y ya ante de la cena me entró a meter mano queriendo que vayamo pa la pieza.
Y viste che Juez, que una será lo que será, pero al marido de una hay que darle lo que quiere y cuando lo quiere, sino se lo busca ajuera, así que nos fuimo pá la pieza y mientra los gurises miraban la tormenta no echamo un polvo, eso si, che Juez, sin hacer mucho ruido, por los pibe viste. Un poco de respeto hay que tener.
Toy segura que ese día quedé preñada che Juez, lo que no estoy segura es de quien quedé preñada, y te digo esto como te digo lo otro, porque una es mujer y se conoce y sabe cuando le pasan estas cosas.
Mas yo che Juez, que ya tengo seis hijos mas el gurí que nació el año pasao, y que me doy cuenta enseguida cuando esas cosas pasan.
Pal mes siguiente cuando no me bajó la regla, le dije al Braulio que taba preñada, pero no le dije que el era el padre, que le via decir si ni yo sabía, pero el Braulio que con la gorda María no tiene hijos porque según dicen en el pueblo la María tiene utero infantil, mirá vos che juez, cacho e cuerpazo que tiene la gorda esa y venir a tener utero infantil, cosa de no creer.
Bue, preñada o no preñada, el Braulio no le hacía asco y con panza y todo se venía pal rancho o nos encontrábamos bajo el puente, ese que te dije que esta después del almacén del gallego Antonio.
Si el Braulio se creyó el solito que el gurí que tenía en la panza era de él, es cosa suya, yo no se lo dije che juez, que le iba a decir y mas ¿pa´ que se lo iba a decir?
La cosa que cuando el gurí nació el Braulio sin que se lo pidiera, te lo juro che juez por la luz que te alumbra, el Braulio solito se fue pal Civil y lo reconoció como hijo suyo.
Casi me mata el Liborio cuando se enteró, si vieras la sobada de lomo que me pegó porque decía que era un cornudo, decí que pude convencerlo porque el gurí tiene un lunar en la verija, lo mismo que el Liborio y esas cosas se heredan, le dije ¿como lo iba a tener ahí si no era su hijo?
Si no fuera por la chismosa de la Clotilde que le dijo al Braulio que no era suyo el gurí la cosa no pasaba de ahí. Pero la chusma esta no sabe guardar un secreto, porque yo le dije en secreto a la Clotilde que no sabía de quien era el gurí por el tema ese del gallego, el Braulio y el Liborio, los tres en un mismo día, pero se lo dije en secreto no pa´ que lo ande cuenteando a todo el mundo.
Y ahora resulta, che Juez, que el Braulio viene y te dice que yo lo engañe diciéndole que el es el tata del gurí y yo no le dije. Y si le dije mira si me va a creer porque si noma, es un hombre grande, aunque medio tonto pa´ los mandados.
Así que che Juez, así nomas te digo, si el Braulio quiere sacarle el apellido al gurí que se lo saque, por mí no hay problema, eso sí, que después no me venga con que tiene ganas de encamarse ni nada por el estilo, que se arregle con la María, que a esa carne no le falta che juez.
Así que hacé justicia como te dijo Che Juez

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