Un
corazón hueco solo puede tener
una
débil posición. Es como un mal día,
repetido
a diario, poco algo más
que
un suspiro sin aire ni destino,
un
gemido emitido en autosatisfacción,
perverso
y cruel, por nadie oído.
Todos
pueden tener un corazón hueco,
o
pleno de alguna destacable cursilería,
poblada
de muchas miradas vacías, vanas.
Solo
quien sueña suspiros al amanecer,
una
mirada en otoño, pasos esperados,
un
poquito de sal, disfrutar un bosque,
de
sol y mar errantes, alegrar sus horas
con cualquier
cosa, puede colmar sin culpas
un
corazón hueco, porque a este,
así,
lo tiene cualquiera.
Ilustración: de "Amor y Tiempo - Huecos del Corazón" - Margarita Collazo
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