con
respuestas sin pregunta alguna.
Presente obligado
de árbol de estación,
que
se está allí, al filo de ese papel
donde se
desdibuja un ritual sin piel.
Misterio incurable
de mi franqueza
que, como
gota sobre piedra hosca,
se empeña en
horadar testarudeces.
Me
despunté materia sin una causa,
naufrago en
un espejo de efectos.
Como nadie,
distorsionador del todo,
perdido, en
mi habitación de nadas.
Desperté
bruma existencial, niño eterno,
amuleto, rencarnación
de un inédito algo,
en placentero
viaje a seguir viviendo,
inevitable,
en cada paso y en cada gesto.
Amanecí
distancia de
aquel beso,
el de la rosa
y el vértigo. Será mi realidad?
o me estoy existiendo
las apariencias
de ese
hombre, que dormía su viaje,
en tu
melodía húmeda de mujer?
Ilustración: "Amor Profano" - Antonello Gurrado
Intuyo que solemos amanecer con ganas de cuerpo o de alma.
ResponderEliminarSaludos.