Despertando
la tarde
de su
maquillaje de soles,
ensaya un
desborde
de
colectivas locuras,
por
lo breve y lo eterno
del
apaciguado destino
de
esas horas de perfidia
a la noche
durmiente.
Será solo por
ti? Mujer,
y a tus ojos
que me visitan,
que olvido
bajo la sombrilla
frases para
la alborada,
y un
decálogo de melodías
se calzan mis
zapatos negros
en un
brindis, urbano y prohibido,
en el que
solo hay tiempo
para
visitar el oscuro túnel
donde
se ensaya el ritual del té.
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