martes, 9 de octubre de 2012

Máscaras y orquídeas


Soy callada alucinación a veces,
caballero amaneciendo de nuevo,
adicto a agradecimientos agridulces.
Apenas eso. Azares en mejor juego,
anhelo de una libertad condicional,
caminando sólo, para ver tú sombra
en la alfombra roja inundada de mar.
 A veces, te sigo viendo con mi otro yo,
ese, que va en  vuelo, un día cualquiera,
de una cama extraña en los barrios bajos
a la fabula mas apetecida de tus formas,
suturando tras la ventana gris, perfumes
en un bar nocturno de la ciudad fantasma
como taciturno suicida de los sábados.
Y a veces, prefiero tu furia en la batalla,
con rituales entre mascaras  y orquídeas
que burlan la búsqueda del encanto,
detrás de la puerta por la que te asomas.
Desencuentro y amor bailan para mí
desde el país en que sueñan los dioses
cuando el viento dice que tú estas aquí.


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