miércoles, 24 de octubre de 2012

Campanarios




Miro los campanarios
después de las tormentas,
con su soledad de alas mojadas,
y vuelo allí, en visita virgen,
buscando voces intensas,
susurros vestidos de olvido,
anónimos detalles del destino,
escondidos, en la pátina
de las buenas cosas olvidadas,
en el raso de sus paredes.
Y hurgo en la total aventura
de encontrar sabiduría,
en los trazos que la lluvia
deja en los sutiles resquicios,
antes que, frágiles, se disipen
con el roce tibio de la caricia
pasajera y voraz del sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario