Era un hombre de muchos colores,
enamorado en blanco y negro
de la mujer más hermosa
que habitaba el cosmos transparente.
Un domingo por la mañana la perdió
tras un pequeño grano de arena.
Su universo se tornó impermeable
a la luz, a todos los matices
y deseó ser arco iris o cristal tornasolado,
pero solo alcanzo a ser el negativo
de aquel que pudo ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario