Colegio Secundario, ya había logrado pasar el
1er año, claro que con tres materias a diciembre: Frances (historico de los
primeros tres años), Matemáticas (con los números sigo siendo un desastre) y
Geografía (esta se la había escondido a mis Viejos, y el "Raton" O.,
el mas chiquito del grupo que durante el primer año se puso los largos, y que
también se la había llevado fue sincero con los suyos, ambos viejos, el de él y
el mío eran amigos, entonces adivinen cuanto me duró el secreto de Geografía a
Diciembre? Exacto nada.
Pero bueno, eso ya era historia ahora
estabamos en 2º año, medio que ya se iba perdiendo la timidez con las chicas
pero la cosa seguía distante unos con otros, todavía eran épocas de los nenes
con los nenes, las nenas con las nenas.
Se incorporan al grupo de varones dos nuevos:
Juan Carlos y Enrique en reemplazo de los que habían quedado en el filtro de
primero y también algunas niñas y emparejamos un poco la situación ahora éramos
20 féminas a 9 varones
Comenzaron los primeros asaltos por lo menos
los primeros en que a mí me dejaron ir, eso sí de 6/7 de la tarde a 12 de la
noche.
Para el primer asalto al que fuí me preparé
como dos horas antes perfumadito, engominadito, de riguroso saco y corbata. Cuando estoy por salir, mi Viejo me dice:
"A las doce en casa" ¿Uds. saben como eran los viejos de antes no? Las
doce eran las doce.
La cuestión que fui, ahora no recuerdo en la
casa de quien fue, bailamos mucho twist.. rock.. Sandro y los de Fuego, todos
los del Club del Clan, por supuesto Palito la faz romanticona la ponía Juan
Ramón y algo de cumbia que recién empezaba con los viejos Wawancó y otros
grupos que ya se borraron de mi memoria.
Rigurosamente las chicas llevaban la comida y
los varones la bebida los más arriesgados nos jugábamos con oporto El Abuelo,
seguramente nos habremos divertido a lo loco.
Cuando todo termina vuelvo a mi casa, entro
despacio no era cosa de despertar a nadie y en la cocina me lo encuentro a mi
Viejo sentado con la luz prendida me mira y sin decirme nada mira su reloj en
la muñeca izquierda y con el dedo indice de la mano derecha lo golpea en el
vidrio "te fijaste la hora no?
acostate y por un tiempo no me hables de salir", fin de la charla miro
la hora en mi reloj y eran las doce y cinco, doce y diez
Por supuesto esperé como dos meses para el próximo
asalto. Bueno tampoco era una cosa de decir que bárbaro, todos los fines de
semana una fiesta no?
Una confesión: yo siempre fuí un tronco
bailando (y lo soy) no me gustaba y menos suelto, y como en realidad no sabía
bailar ni el arroz con leche tuve que tomar lesiones de baile con un eximio
profesor, del cual con el tiempo casi treinta y cinco años después me vengo a
enterar por boca de su esposa que si bien le pone entusiasmo, pisotea bastante
al bailar, el Flaco C. él me enseñaba a bailar con un viejo Wincofon en su casa
del Barrio San Martín y me habrá enseñado muy bien porque les juro que todavía
hoy se como movía los pies y como tenía que mover los hombros. (obviamente sin
la gracia de Ricardo!!!!).-
De las materias que cursabamos solo recuerdo
bien Zoología (me parece que se llamaba así y no me hagan ir a buscar el
analítico) porque haya sido quien haya sido la profesora/or no tenía la mejor
idea que hacernos trabajar con pescados, langostinos, sapos, palomas y no con
cuanta otros bichos mas.
El pescado y los langostinos no eran
problemas se iba al Mercado de y se compraban (la baranda que quedaba en el
aula no te la voglio dire)
El problema eran primero las ranas, yo por lo
menos la única oportunidad que tenía de conseguirlas era en una laguna que
estaba (está?!) en entre el Estadio de futbol y la última fila de las gamelas
de solteros, justo frente a una casa media aislada en la que vivía un viejo que
creo cuidaba del Estadio, pero de lo que si estoy seguro es que era el único
tipo en el mundo (para mi) que arreglaba las pelotas de futbol, esas de cuero
de tiento y las inflaba jamás conocí a ninguno otro en ninguna parte del mundo.
Y miren que soy viajado eh!!!
Bueno la cuestión es que uno llegaba a la
laguna, rompía una rama de tamarisco y entre piedrazos y ramasos se hacía de
una rana o dos. Donde las metíamos ni sé, porque las bolsas de nailon no
existían, (supongo que irían a parar a un frasco y en él las llevábamos al colegio,
ya no me acuerdo)
El segundo problema eran las palomas. Conseguirlas
no, porque el Flaco Ricardo tenía palomas en su casa así que el subía al techo,
equilibraba como el mejor y agarraba una. El drama era cuando me la tenía que
pasar a mí.
Siempre, le tuve aversión a los bípedos plumíferos,
no me gustan los animales con plumas (bueno en una época si, pero solo los que
eran originarios de los Teatros de Revistas) aún hoy cambio de vereda cuando
hay aves cerca de mí, pero no podía quedar como un maricón con C, así que hacía
de tripas corazón, me transpiraba todo y agarraba la paloma que el Flaco me
pasaba.
Por suerte él siempre las llevaba a cole y yo
me evitaba ese sufrimiento pero en clase no me quedaba mas remedio que meter
mano entre las plumas e ir encontrando y viendo sus articulaciones, músculos y
cuanta otra porquería tienen las palomas.
Pero de todo esto hoy ni me pregunten ni que
es una agalla, ni donde están las branquias o que músculos tienen las alas no
se nada de nada, solo una cosa me quedó en la mente de esta materia y para
siempre y me la enseño Daniel LC.
Lo que me dijo fue fundamental durante un
trecho de mi vida, porque aunque nunca lo puse en práctica siempre lo tuve
presente por si acaso
Un día, cuando volvíamos del Cole en el
famoso ómnibus ruso que nos llevaba y nos traía y teníamos que llevar para la próxima
clase una rana, Daniel me dice que las vayamos a buscar al Hospital.
Yo lo miré medio raro y pensando para mis
adentros "este me está cargando, de
que curan a las ranas en el Hospital" le pregunté para que querían ranas en el
Hospital
Allí Daniel me dio una breve conferencia
acerca de la utilidad de estos animalejos en la determinación del embarazo de
la mujer, orina de por medio. Nunca pregunté si esto era cierto o no pero años después,
cuando algún "atraso" (no mío por supuesto) me ponía nervioso me
acordaba de Daniel y pensaba en donde conseguir una rana.
Claro que Daniel nunca me dijo que cuernos
hacía la rana con la oriina, ni como se sabía que la mujer estaba embarazada (y
siempre me pregunté: " ¿que hacía la rana con el orín? Cambiaba de color?
saltaba para atrás? se ponía patas arriba?, o todo fue un simple invento?
La duda sigue, porque si bien creo haber
pasado a cuarteles de invierno con eso de la procreación y nunca usé el experimento,
de haberlo usado no hubiera sabido interpretar la respuesta salvo que me tocara
la rana René y traductor mediante me lo dijera.
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