¿Mi piel recibirá caricias de tu piel?
¿Cómo sentirán mis manos tu cuerpo?
¿Podrán mis labios de tus labios conocer el sabor?
¿Viene siendo mío el contenido de tus pensamientos?
¿Guardarás abrazos para entregarme a tus brazos?
¿Se abrirán de tu blusa los botones
para que mis dedos hurguen tus profundidades?
No lo sé. Nunca hubo oportunidad,
y no sé si habrá nueva.
Hay experiencias que solo se pueden soñar,
pero los milagros aún son posibles.
Me niego a aceptar
la condena de un jamás,
puedo desbrozar espinas para llegar hasta la rosa
y formularme interrogantes en la espera.
Eso, nada cuesta.
Nada cuesta soñar y proyectar en esa espera. Me encantó cómo tejiste las letras.
ResponderEliminarFeliz viernes Sergio.
Nada cuesta soñar y proyectar en esa espera. Me encantó cómo tejiste las letras.
ResponderEliminarFeliz viernes Sergio.
Perfecto!...Si hay fé en la espera, todo es posible. M N
ResponderEliminarSoñar no cuesta nada y lo que nos encandila es la expectativa del encuentro.
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