viernes, 9 de septiembre de 2016

Eso, nada cuesta


¿Mi piel recibirá caricias de tu piel?
¿Cómo sentirán mis manos tu cuerpo?
¿Podrán mis labios de tus labios conocer el sabor?
¿Viene siendo mío el contenido  de tus pensamientos?
¿Guardarás abrazos para entregarme a tus brazos?
¿Se abrirán de tu blusa los botones
para que mis dedos hurguen  tus profundidades?
No lo sé. Nunca hubo oportunidad,
y no sé si habrá nueva.
Hay experiencias que solo se pueden soñar,
pero los milagros aún son posibles.
Me niego a  aceptar la condena de un jamás,
puedo desbrozar espinas para llegar hasta la rosa
y formularme interrogantes en la espera.
Eso, nada cuesta.

4 comentarios:

  1. Nada cuesta soñar y proyectar en esa espera. Me encantó cómo tejiste las letras.
    Feliz viernes Sergio.

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  2. Nada cuesta soñar y proyectar en esa espera. Me encantó cómo tejiste las letras.
    Feliz viernes Sergio.

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  3. Perfecto!...Si hay fé en la espera, todo es posible. M N

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  4. Soñar no cuesta nada y lo que nos encandila es la expectativa del encuentro.

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