jueves, 8 de junio de 2017

Aún hoy

La salamandra es un paisaje violeta y derrumbado,
en su interior el vacío se  cubre de nostalgia,
ya no está la nieve ni los leños que en ella ardían,
la misma soledad se llena de arrugas.
Afuera, perdiendo desnudez, el bosque húmedo.
El tiempo y aquel silencio surcan la misma ruta
en el abismo que dejó tu ausencia.
Todo es cansancio si no te acarician murmullos,
el chisporrotear de la hoguera,
y tu cuerpo sobre el mío perdiendo aquella infancia
que aún hoy tiene frío.


1 comentario:

  1. Con tanto frío los leños son imprescindibles. Me encanta tu imaginación poeta. M.N.

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