Ocasionalmente,
solo caminamos
lejos,
con superficialidad,
sin dejar
alguna huella.
Andar
solo por andar,
en un distanciamiento
de lo
real y lo aparente,
disfrazado
de meditación.
Creemos
ser profundos,
discurriendo
en soledad
pasos que
son parábolas,
encubriendo
la liviandad
de un
recóndito recelo
de
nuestra pequeñez,
ante
la tarea
milagrosa
de la
naturaleza vital
que
ingeniosa sobrevive
la
impiadosa destrucción
a la que
tercos, la ligamos.
ResponderEliminarYa con un poco de tiempo pase volando como un hada por tus verso tan bellos y en este te dejo todo mi cariño rozándote con un brillo de estrellas a tan lindo blog*^*♥