jueves, 29 de septiembre de 2016

Cuando llora el cielo



El río lleva los secretos de la laguna.
Nunca regresa a contar donde los lleva,
los transporta sin pedir nada a cambio.
En líquido silencio, la laguna confía en él.
La pradera ve pasar al río y lo interroga,
pero ni en las noches de melancolía
el torrente confiesa lo que su cauce guarda.
Monótono, en su sencilla profesión de andar,
no responde a la inocente curiosidad de las flores,
ni a los intrigantes saltos que las cascadas
con sus bajadas le propinan.
Cumple su promesa de guardar las palabras
en su interior, aun con los gritos callados que lo aturden
en los rápidos que siguen a las caídas.
Cuando transita un poco más tranquilo,
se permite soñar con el esplendor de la laguna,
y entonces amalgama su fidelidad de confidente
con el amor a la que nunca más verá.
Tormento interminable que solo halla calma
cuando llora el cielo.

3 comentarios:

  1. El río cuando ruge se lleva lo monstruoso y cuando va apacible se lleva el amor silencioso. Un abrazo

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  2. Hola: ¡Como me gusta tu manera de escribir y ver la vida!

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  3. En el rio corre lo discreto y prudente y ni aun melancolico es fiel confidente. Para la vida!!!.

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