martes, 27 de junio de 2017

Mañana no habrá quien madrugue


Humo como sombras de terciopelo,
perfumes de un último trazo en el aire.
Ciudad exangüe y desencajada,
una viva escultura decadente habitando
sucios tendales marcados con hollín.
Las voces se cuelgan de los postes
interrumpiendo comunicaciones telefónicas.
Allá, se queja en manifestación
una pleamar de corazones desencajados.
Acá, gorgotea el talento de las cucarachas
en las antípodas oníricas de la penumbra.
En la ventana se reflejan cacerías nocturnas,
mientras se oxida un cactus en la esquina.
Algún ser humano fuma en la oscuridad,
tira hacia afuera su humo de terciopelo,
volviendo de revés su cuerpo entero.
Se fagocita cuerpo, huesos, pulmones, sexo.
Algo se asoma en el perfil de sus labios morados,
no lo sabe, pero le roe sus muslos rosados.
Las palomas dormitan en el acantilado de las cornisas
y un olor verde deambula en las calles.
Llora el bosque de cemento amurallado. Pero es tarde.
Mañana no habrá quien madrugue.

Ilustración: "Paloma en cornisa" - Ayla Mahler

2 comentarios:

  1. Muy lindo Sergio
    Corazón es lindo visitarte
    Gracias 🌷🦋

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  2. "Las voces se cuelgan de los postes
    interrumpiendo comunicaciones telefónicas"
    Habrá tantas y cuántas... muchas voces colgadas de los postes? y por eso fallan las llamadas telefónicas?
    Me gustó y hasta pude sentir el gusto de las metáforas.

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