Siempre
hay palabras de
más
en las
historias que se escriben
en la
relatividad de las tormentas.
Estas
son pasajeras y engañan,
aquellas
son perennes y laceran.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
Una reflexión muy cierta.
ResponderEliminar¡Saludos! Que tengas buenos días...