viernes, 2 de diciembre de 2016

Camino al corazón


Amor, el alma tiene dos ojos, pero siempre cerrados.
Guardemos sólo las cosas que tengan nubes y vientos,
consumamos el tiempo en el beso sagrado de la parición.
Embalsamemos el aire hasta que brille y haga doler,
a menos que talles una imagen que lleve tu nombre
y con tus labios la tatúes en mi frente y dure,
dure hasta donde nunca cesa la duración. O más allá de ella.
Que lo desaparecido quede como lo que persiste,
que nadie nos sueñe mientras nos tienta el lienzo de la piel
y convertimos las palabras en paisaje,
derrochando agua y pasos camino al corazón.
Déjame estar donde nunca puede estar,
y que el viento me conceda vagar por las nubes.

Ilustración: "La piel como lienzo" - Gesine Marwedel

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