Te invito a mis sueños,
a esa hora en que todos duermen.
Ven de puntillas, con sigilo,
que no te escuchen por allí.
Pon tu mano en la mía
y habítame hasta que llegue el tiempo
de hacer real lo onírico.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
Sugestivo y tentador mensaje. Bonito.
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