el soplo de mis palabras,
aún de las
indecibles,
y de las que guardo
a labios cerrados.
No lo detiene nada,
ni siquiera la paciencia de las piedras.
Insólito, el soplo se pierde
en algún escurrimiento de la memoria.
Indecente se entromete
en las puertas de mi propia boca,
allí se anida hasta volver a partir.
Golpea mi lengua
para averiguar que olvidó ayer,
sólo para aprisionar
el reflejo rojo de mi corazón.
Ilustración: "Abstracto con destello en rojo" - Mila Santonja
Cuidar el corazón y la salud toda, es importante. Puede haber cosas que se nos escapan de las manos (o de la boca) pero todo se soluciona con el tiempo. Feliz inicio de Año 2017
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