martes, 3 de febrero de 2009

Poderoso Caballero IV

IV
Las sedes propuestas fueron Moscú, Washington, Paris, las que rápidamente fueron rechazadas por diversas razones: Moscú porque no había forma de combatir el frió gélido, en Washington resultaba imposible superar el caos de tránsito, París era inaccesible, ya que su aeropuerto estaba saturado, no tiene puerto de acceso al mar y las carreteras de la Comunidad Eurocaucásica se hallaban paralizadas por la cantidad de vehículos abandonados.
Finalmente se acordó realizar la reunión en Brasil , en el Maracaná, y esto por varias razones, si bien el clima es caluroso bastaba con que cada mandatario llevara un abanico, una pantalla o cualquier revista para que lo tornara mas soportable y si viajaba, como era de esperarse, con dos o tres ayudantes o asesores estos podrían turnarse en la tarea de refrescarlo.-
La amplitud del estadio futbolero permitía que no hubiese apretujamiento entre las delegaciones, pudiendo incluso pernoctar allí mismo en las confortables gradas que aun guardaban los gritos que arrancaron los goles de Pelé, cuya estatua, construida en oro negro, (milagro de la tecnología) era sostenida a cincuenta metros del centro exacto de la cancha por cinco largos tensores de acero que representaban los cinco continentes.
En la punta de cada uno de los tensores, sobre las tribunas, cinco replicas de famosos jugadores mundiales, cada uno de un continente, parecían sostener los cables: Michael Platiní por Europa, Nakamura Shunsuke por Asia, Ze Kalanga por África, Emerton Brett por Oceanía y Diego Maradona por América.
La consabida rivalidad de los brasileros para con los argentinos había hecho una replica del jugador argentino algo obeso y con las fosas nasales dilatadas, pero este detalle, si bien llamaba la atención, no desentonaba en el conjunto escultórico.
La presidente Luliñha Feijeredo de Brasil fue la encargada de dar apertura al acontecimiento y dar la bienvenida a los visitantes.
Seguidamente tomó la palabra el presidente de Empire United, George Bush, quien apoyándose en el trípode con el que se desplazaba, primero explicó el porque de su permanencia en el cargo de presidente, circunstancia que debió asumir con responsabilidad, luego de que los demócratas no pudieran asumir sus cargos como diputados y senadores ni como gobernadores en su país en el año 2006, hecho este al que imputó como de exclusiva responsabilidad del único eje del mal sobreviviente: Fidel Castro.
Con la humildad que caracteriza a quien permanece largos años en el poder explicó la inutilidad de sus task force para resolver la situación planteada, y que si bien en un primer momento había ordenado a la anciana Condy Rice, su Ministra de Defensa desde 2006, la destrucción masiva de todo sistema computarizado, dicha orden resultó inaplicable puesto que las fuerzas armadas de Empire United se hallaban totalmente automatizadas y la primer reacción fue la de autodestrucción, circunstancia que lo obligó a rever su orden con la celeridad del caso.-
Solicitando de sus colegas la mayor colaboración para mantener la Seguridad Nacional de Empire United, cedió la palabra a su colega Argentino.
Este inició sus discurso lamentando que el mundo entero no hubiera imitado la vida del viejo Hucha, hombre que supo guardar en su vida para el futuro.
Oídas estas primeras palabras, inmediatamente todos los servicios secretos presentes en el conclave se pusieron a la búsqueda de un dossier del recientemente nombrado “Viejo Hucha”, tarea sumamente engorrosa, porque en primer lugar tuvieron que requerir los servicios de traductores, profesionales estos en franca extinción puesto que desde hacía muchos años los traductores informáticos habían desplazado de su función a los humanos, y en segundo lugar porque no había traductores a mano, salvo uno o dos viejos brasileros que chapurreaban el ingles o hablaban portuñol.-
Ante este hecho inesperado, Sing Chi, presidente de Chinesseland, propuso un cuarto intermedio hasta el año siguiente a fin de que todos estuvieran convenientemente informados sobre las habilidades del Viejo Hucha, y si bien destacó la predisposición que observaba en los argentinos y que sabía que estos darían toda la información que poseían, quería dejar en asentada su reserva respecto de este país desde que el mismo pagara su deuda externa con una quita del setenta y cinco por ciento y que lo hiciera en bonos-k de difícil convertibilidad, culpa por supuesto de la posterior cibernetización del sistema monetario mundial.
Un cerrado aplauso confirmó la aceptación por parte de los presentes de la moción china, y todos, salvo la presidente de Brasil, se dispusieron a regresar a sus tierras.-

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