De transitorio cuerpo
en esta vida me visto.
De
almas y de nada, apenas llevo un poco.
Tan
breve la certidumbre del poder respirar,
que
aquí vengo despojado de inútil lastre,
invitando
al olvido al volver sobre sus pasos
pues
su siembra no cosecha los presentes.
Solo cargo, como un juego, ligeras emociones,
y
dos o tres indicaciones con las que me guío.
No
transito caminos ya andados, los observo,
y
experimento huellas sobre aguas temerarias.
En
ellas, he sido sumergido y bañado, aprendiendo.
A
veces, me he prohibido, solo para ser de nuevo.
Se me dañaron congojas y una
que otra soledad,
las
he mal reparado, donde, cuando y como pude,
honrando
sus aniversarios con el goce de un día.
Tan breve de equipajes ando, que ni sueños llevo,
me basta con atesorar tu nombre en mi corazón.
Muy buena letra en tristes pensamientos.
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