Tus labios antes del amor
eran una injusticia social.
Banquete abandonado.
Tiranía de prohibiciones.
Un paraíso desamparado
negado por puro prejuicio.
Hasta que por fin llegó
la insurrección del beso.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
Si no existiera el beso...¿qué sería del amor? Muy buen poema
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