Busco encontrar a la que,
evocando ajenos eneros,
apartada definitivamente
de las esquirlas de lo fatuo,
portando un afecto especial,
se
adiestre en ser grácil mujer.
Toda una hembra disidente,
impregnada
de sabiduría,
con
amaneceres en su boca,
soñando
justas las palabras,
y
desnuda de adulaciones.
Latente
el arte en su vientre,
sin
naufragios de certezas,
con respuestas turbulentas,
y un manojo de sinsentidos
regalando
indemne sosiego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario