Escondido en un domingo
iba un sigilo de silencios.
Se
derramaba en espasmos,
como lágrimas del tiempo
en alquimia con las lluvias.
Un
exordio de predicciones
consentía
lo cíclico del día.
Desidia de un fin de semana
con una presencia ausente,
tiempo de sobra para evocar
un
amor que aun se respira,
eternamente
tardío en llegar.
Ilustración: "Adios al recinto ferial" - Utópico hombre
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