Parados, próximos al silencio,
evocando nuestra realidad
vagamos sellando infiernos
en un intento de enterrar olvidos,
despejando tinieblas pasadas.
A un paso de lograr el paraíso,
dejamos en suspenso titubeos,
y en caída libre los designios.
Ante la postrera puerta posible,
saboreamos la sal de la vida,
vadeando vertientes de uno mismo
y allí, en esa historia, nos hallamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario